Mini - vacaciones

Desde septiembre del año pasado no había parado de trabajar. Si leyeron mi última entrada sabrán que estaba desempleada, sin embargo después de una larga espera e intentos de trabajos alternativos... se abrió una oportunidad de medio tiempo, que después gracias a Dios se convirtió en un trabajo de tiempo completo. Pero eso es historia para otro post. 

Del año pasado aprendí que, aunque trabajar edifica mucho la vida del ser humano, tiene que haber un balance entre trabajar y descansar. Aunque aún vivimos en un mundo en plena pandemia, tengo familia en una pequeña aldea de Guatemala, llamada Santa Gertrudis en el municipio de Jutiapa. Así que cuando mi mamá me dijo que iríamos a ponerle flores a mi abuelita, mi niña anterior se puso feliz y melancólica al mismo tiempo. 

Jutiapa para mi representa los momentos de mi niñez que más disfrute, lo más chistoso es que esos momentos fueron los de menos lujos, tenía que salir con mi abuelita en la noche para que me alumbrara con una linterna el camino porque el baño estaba fuera de su casa. Fueron donde exploraba la casa de mi abuelita, y me iba al río que está en frente a agarrar pececitos con un vaso y mojarme los pies. También eran las noches sin mucha electricidad donde salíamos a contar historias de terror con linternas. 

Este año quería recordar y aprovechar, descansar y tener una pequeña aventura. Así que les pedimos a mis primos que nos llevaran al río que está algo cerca pero ni tanto... Estas son algunas de las fotografías que tomé con el teléfono, se las quería compartir como recordatorio de que el descanso no implica lujos, el descanso implica paz, y se disfruta aún más si te desconectas del ruido de lo cotidiano, y te conectas con la naturaleza y la familia, hasta contigo mismo. 

Por un 2021 lleno de momentos de aventuras y paz para todos los lectores y bloggeros. Los leo en los comentarios, un abrazo,

                                        Jeni.